Lentamente
con crueldad premeditada
se
descuelgan
cada noche
desde el
rincón mas alejado
en pegajosa
telaraña tiñen
el aliento
de violeta
y de gris
los cristales
puñalada en
cruz
sangre en
los huesos
el placer
está de duelo
la risa se
viste de negro y asiste
a la
procesión cotidiana
incesante
de las
culpas.
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