domingo, 12 de febrero de 2023

AQUIETAPÁJAROS

 

No es lo que crees, no son manos de paja ni cabeza de calabaza ni ojos ciegos ni pies de palo. Es mi disfraz, camuflaje para distraer pájaros y nubes. 

Incongruente, en un huerto simétrico, permanezco hundido en un sueño permanente, disimulando el ansia de andar descalzo en los terrones, sangrándome los pies con los cristales, o de sentarme al borde de la acequia y arrojar piedrecitas en el agua para ver cómo en círculos concéntricos se enarca en asombro como cejas de niño.

 No me temen las flores, no huyen los gorriones, ni espanto mariposas, los pájaros se agitan en mis brazos abiertos, se arremolina el aire en el sombrero, se agita la camisa, se infla como un globo de cuadros rojos y azules, y en mis piernas de madera transitan caracoles.

 Me ilusiona volar y con ojos vacuos miro sin mirar un cielo intenso de burbujas azules, sonrío sin dentadura mostrando el fondo oscuro de una garganta áspera con matices de cantos escondidos que dejan olvidados las aves que me habitan.
 

Un día, cualquier día, caeré bajo el influjo de un río de luna pálida, desapareceré en el viento, en el tiempo, en el paisaje, despertaré en la cima de una realidad oculta, caeré desde arriba, volaré sin sustento, me romperé en pedazos y en este corazón de paja y de madera, latirá la hondura de ser sólo recuerdo.


lunes, 15 de abril de 2019

CONTRICIÓN



Lentamente
con  crueldad premeditada
se descuelgan
cada noche
desde el rincón mas alejado
en pegajosa telaraña tiñen
el aliento de violeta
y de gris los cristales

puñalada en cruz
sangre en los huesos
el placer está de duelo
la risa se viste de negro y asiste
a la procesión cotidiana
incesante
de las culpas.

domingo, 3 de septiembre de 2017

DESTIERRO











Lejanía

tinieblas

en un túnel de reflejos  oscuros

los monstruos del agua disfrutan


inventando pesadillas.


sábado, 6 de junio de 2015

SOMBRAS SILENTES
















Miradas subrepticias aguadas por el uso
se deslizan por la piel forastera
gestan epígrafes
que se incrustan
inamovibles
en un pensamiento aglutinado

gastadas las ropas
menguados los pasos
suben y bajan cuestas
aprendidas de memoria

sus contornos opacos
aprendieron recodos
para zigzaguear por el laberinto invisible
que atesora el dogma
disfraza el miedo
y encubre el gozo

sus voces son audibles
desde todos los puntos cardinales
pero se camuflan, indolentes
en el secreto retenido
que no tiene escapatoria y se confunde
con el rumor del viento
con las campanas de la iglesia
con la piedra que cruje en la inclemencia

náufragos de futuro
dopados de tradiciones
se aferran al madero de los hábitos
raigambre absurda entretejida en mitos
maná de la ignorancia heredado
por los hijos
de los hijos
de los hijos

sin embargo hay inocencia en el misterio
de sus pasos afónicos y breves

en los ojos nebulosos
en las manos artríticas
en el fondo del pozo de sus nocturnidades
vagabundean ternuras reprimidas
sobreviviendo igual que brotes frágiles
de chopos quebrantados por el rayo

grises, marchitas, nubladas, melancólicas
anónimas esencias
conectadas a un foco luminoso
donde van a morir
indefectible
(y necesariamente)

las mariposas tristes.

domingo, 15 de julio de 2012

QUIÉN


(Foto: Ana María Nicola)

Quién llama a tu ventana
y recorta el suspiro
en flecos de cometa

la flor azul
se aferra a la ladera
y las palomas rompen
la tarde con sus alas

quién llama a tu ventana
en los anocheceres de humo

descalzo de caricias
el sueño se asoma
a un abismo de insomnio

huye el día
la luz no se decide
aferrada a las nubes
moradas y sangrantes
suelta un brazo y lo sumerge
en la laguna quieta
asediada de verdes

quién llama a tu ventana
y no respondes

no se atreve el dolor a abrir los ojos
y permitir
-de par en par las celosías-
dejar entrar la sombra que anochece
en el dintel
culpada y penitente

quién pronuncia tu nombre en las esquinas
y te reclama
insomne
en los cristales.

miércoles, 23 de mayo de 2012





de vez en cuando advierto
 el espacio vacío
 donde nada me acompaña


 me asombro primero
 después sonrío
 y descubro
 por qué siempre que miro hacia abajo
 veo dos sombras



sábado, 12 de diciembre de 2009

Brillos robados


tras el cristal

línea de la vida mutilada

en una mano abierta

flores de plástico para un rostro sin aroma

la luz se estrella

contra la ventana

y huye

atestiguando

sombras indelebles

la renuncia estrangula besos sin memoria

en el rostro del viejo

inercia

y arañas

en las grietas del alma